jueves, 13 de marzo de 2008

¿Consumes o te consumen?



Mañana 15 de marzo es el Día Mundial del Consumo y a pesar de que que la solución más directa al problema de consumo sería dejar de consumir, inviable a fecha de hoy, la opción de informar a la gente para que pueda elegir y tener más herramientas para practicar un consumo responsable es la mejor opción.
Hay en marcha iniciativas para que seamos más críticos con nuestro modelo de consumo. Un par de ellas son Consume Hasta Morir y Consume y Calla. En la primera te muestran contraanuncios, vídeos y recursos útiles para consumir de manera más responsable con un lema: ‘Eres lo que consumes’. En la segunda, abordan también temas sobre consumo de información, de comida, cultura, publicidad y ropa. En Consumo Responsable, entre otras cosas, te recomiendan productos y te explican cómo hacer más sostenible tu entorno.

Para reconvertir vuestra política de consumo podéis seguir la campaña promovida por CanalSolidario, portal de noticias y recursos sobre cooperación, derechos humanos y acción social, en colaboración con Adena, Coordinadora de Comercio Justo, Ecodes, Fundación Terra, Greenpeace, Ideas, Intermón, Setem, Sodepau y la Xarxa de Consum Solidari. Cuenta con el apoyo de la Consejería de Cooperación de la Comunidad de Madrid, la AECI y la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo.

En España hay siete empresas que controlan más del 75% de la distribución de alimentos. Se trata de un claro monopolio en la cadena comercial de los diversos productos. De hecho, los agricultores y los productores cada vez reciben menos dinero por lo que venden a las grandes superficies o hipermercados y los consumidores cada vez los pagan más caros. Con esta situación es necesario romper con los moldes establecidos por ese conjunto de empresas y contar con alternativas de consumo más justo. Así, desde la Red de Consumo Solidario, se apuesta por las cooperativas de consumo. Se trata de espacios de encuentro y de organización de personas interesadas en consumir de una manera más saludable y más respetuosa con el medio ambiente. Las cooperativas de consumo permiten que las personas se organicen para comprar de otro modo, estableciendo una relación directa con agricultores y productores de nuestro territorio, pagándoles un precio digno para sus productos. Leed el resto en el blog de la iniciativa ¿Consumes o te consumen?.
Algunos consejos que podéis encontrar son:

Evitar comprar en Grandes Superficies
La llamada Distribución Moderna Alimentaria, está basada en empresas multinacionales que suponen una amenaza directa para el campesinado familiar en todo el mundo así como para el comercio tradicional y el método de distribución minorista. Hay que ser críticos con un sistema que aliena a los consumidores hacia el lado más global y explotador de la economía de mercado.
Elegir consumir productos y servicios de empresas comprometidas
Con nuestra compra o contratación tenemos el arma más valiosa para premiar o castigar a las empresas según sea su grado de compromiso. Esta acción será entendida como un toque de atención a su falta o precariedad de las políticas socialmente comprometidas y ecológicamente sostenibles.
Consumir productos de Comercio Justo
El Comercio Justo pretende llegar a cuantos más compradores mejor con la propagación de valores éticos mediante una gestión sostenible. El Comercio Justo puede cambiar las injustas reglas del comercio internacional. Cuando consumimos un producto de Comercio Justo, colaboramos en pagar unos salarios dignos a los productores así como en la lucha contra la explotación infantil.
No consumir alimentos transgénicos
Se trata de productos procedentes de "la tierra" que han visto su origen en un laboratorio. A través de la manipulación genética se consiguen propiedades para vegetales y hortalizas que no corresponden con su verdadera naturaleza. Los especialistas en Medio Ambiente consideran que tanto el proceso como la proliferación de los productos suponen destruir la agricultura sostenible, dañar al medio ambiente y destruir los ecosistemas del mundo así como incrementar cada día el hambre y la pobreza afectando, por tanto, a la salud. Principalmente se pueden contar efectos irreversibles e imprevisibles en el medio ambiente: incremento del uso de tóxicos en la agricultura, contaminación genética, contaminación del suelo, pérdida de biodiversidad, desarrollo de resistencias en insectos y ‘malas hierbas’ y efectos no deseados en otros organismos. Los riesgos para la salud no evaluados y de alcance desconocido también deben hacernos pensar. Está probado que el consumo de estos alimentos puede desencadenar la proliferación de nuevas alergias, afecciones al sistema inmunológico y daños en diferentes órganos como riñones e hígado.
Vigilar los productos de higiene y cosmética
Rechazar los productos testados en animales y aquellos que contengan derivados del petróleo puede ser una práctica que haga segura la utilización de los mismos. Tener ojo y elegir la cosmética y los productos adecuados para nuestro organismo y entorno es muy fácil si se siguen unas pautas sencillas. Por ejemplo debemos buscar el referente en la etiqueta del envase. En ella, los productos naturales aparecen escritos en latín. Los componentes químicos o sintéticos suelen tener nombre en inglés. A mayor número de ingredientes en latín, más natural será el producto.
Tener un fondo de armario solidario
La gran mayoría de la ropa y accesorios que llevamos han sido confeccionados en países del Sur y en países del norte empobrecidos, básicamente porque allí los costes de mano de obra (también los fiscales) son muy inferiores. Aparte de ser muy perjudicial para el medio ambiente (transporte e infraestructuras), suele venir acompañado de constantes vulneraciones de Derechos Humanos y Laborales.
Como muestra, este botón: de una prenda de 25 euros, sólo 11 céntimos se destinan al sueldo de la persona que la ha confeccionado. Si no se quiere alimentar un sistema tan injusto, tomad nota de las recomendaciones que la ONG Setem ha elaborado. Podéis consultarlas aquí.
Ampliad información en:
Cooperativas de consumo de la Red de Consumo Solidario

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