
Los dos primeros días de la semana son los mejores para que los alienígenas nos puedan abducir: una gran parte de la población se dirige como zombies a los lugares de trabajo, con expresión perdida. Las abduciones no sólo no se notarían sino que además si nos devolviesen en viernes, se lo agradeceríamos inmesanmente. Lástima que, como dijo Carl Sagan, una prueba directa de la vida inteligente en otros planetas es que no nos hayan visitado todavía, especialmente los lunes y los martes.
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