La curva de la demanda de toros desciende a unas velocidades vertiginosas. La Unión de Criadores de Toros de Lidia (UCTL) se queja de que tienen excedente de toros en las dehesas, de que la crianza del toro es muy cara -que si el gasóil, que si los piensos, que si los impuestos...- y que el precio de las corridas ha sufrido recortes.
Bueno, por fin una buena noticia después del vergonzoso blindaje del Ministerio de "In-cultura": la burbuja también les ha explotado en la cara. La reducción de los crueles festejos -casi un 51% en cinco años- es una magnífica noticia para los grupos antitaurinos. La crisis también tiene su lado positivo: si hay suerte, lucrarse con la explotación y el sufrimiento del toro tiene los días contados...siempre que ya no sea viable.
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