domingo, 27 de abril de 2014

Hipocresía en el supermercado

Esta es una de esas bromas de cámara oculta que habla por sí misma.

Si se come carne, uno debería tener el valor de enfrentarse a lo que come cara a cara. Es muy hipócrita sentir ternura ante un cerdito y luego zamparse jamón como si nada. La mayor parte de nosotros no mataría un cerdito o un cordero o un cabrito -todos bebés de mamíferos como nosotros- pero si se paga a otro para hacerlo y lo hace bien lejos para que no se vea, entonces todo parece estar bien.
Si no hay estómago para matar con las propias manos o para ver como lo hacen otros, y si se quiere ser honesto con uno mismo, no habría que comer carne o pescado, productos lácteos o huevos. La industria cárnica, lechera o huevera ya se encarga de que en sus bandejas nada se parezca a un ser sensible para que no haya conexión entre lo que hay detrás y lo que se vende. Sin embargo, todos sus productos generan la muerte de millones de seres sensibles diariamente...pero en el supermercado no se ve su sufrimiento ni se oyen ya sus gritos. Como consumidores tenemos la última palabra, el poder real de cada uno para decidir si se es cómplice de tanta muerte y dolor o bien se escogen opciones alternativas más compasivas.
Muchas alternativas e ideas en esta web: Adaptt.org



No hay comentarios: