Leo en El País una entrevista a un senador del PSC que tiene una granja con 200 cerdas reproductoras y manda 4.500 cerdos al año al matadero. La granja Batlle que está a nombre de su señora es una cooperativa mediana cuyas cerdas tienen una característica: están modificadas genéticamente con una canal para que sirvan para embutidos y con otro gen para que sean más prolíficas.
"Cada jueves se destetan entre 120 y 180 cerditos entre 6 u 8 kilos, con 25 días de vida. El lunes se vuelve a inseminar a las madres. A los siete u ocho partos se desechan por viejas. Los lechones engordan 4 meses, hasta alcanzar los 110 kilos, momento en el que se suben al camión, camino del matadero." Una información que no le resulta nada incómoda: "Esto es un negocio. Es así."
Al Sr. Batlle también le gustan los caracoles....todo un ejemplar!. Espero y deseo que la rueda de la vida le lleve a reencarnarse en una cerda o un caracol para saber lo que se sufre!. El/la que organiza el karma, le dirá: "Esto no es un negocio. Es la ley universal: Aquello que siembras es lo que recoges!".
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