miércoles, 9 de abril de 2008

¿Vacas locas? Los locos son los carnívoros


¿Cuál es el coste de alimentar vacas y bueyes con residuos de matadero?

Cada año aparecen en España unos 100 casos de la letal y dolorosa enfermedad de Creutzfeld-Jakob, seguramente hay muchas personas afectadas sin saberlo de una variante de esta enfermedad, la encefalopatía espongiforme bovina o (EEB). Se le llama espongiforme porque el análisis microscópico revela lesiones que dan al tejido nervioso un aspecto de esponja. Más popularmente conocida como el mal de las vacas locas, se trata de una afección degenerativa e incurable del sistema nervioso central de los bovinos, que se caracteriza por la aparición de síntomas nerviosos en los animales adultos, que progresivamente concluye con la dolorosa muerte del animal. La EEB se transmite al ser humano por el consumo de animales enfermos. El cráneo, los ojos, las amígdalas y el intestino del animal son los tejidos de mayor riesgo, denominados materiales específicos de riesgo. No se conocen con certeza otros mecanismos de contagio aunque se investiga si puede contagiarse por vía tópica (a través de cremas elaboradas con productos animales), por transfusiones de sangre y por contacto directo con las vísceras de reses enfermas.

Hasta aquí los datos descriptivos pero nadie hace énfasis en los más grave: que hay un pacto de silencio entre administraciones y ganaderos para no hacer tests ya que no interesa ni económica ni políticamente sacar a la luz esta practica canibalista y vergonzosa de alimentar al ganado con sus propios congéneres puesto que los animales se infectan por la ingestión de piensos producidos con harinas de origen animal. Una de las hipótesis sobre el origen de la enfermedad apunta a que la ingestión de piensos hechos con residuos de ovejas, contaminó masivamente el ganado bovino en Inglaterra. La producción de estos piensos está prohibida en la UE desde 1994 pero no significa que no se sigan usando.
Cuando algún famoso o político desarrolle la enfermedad como ocurrió con Rock Hudson y el Sida, esta enfermedad incurable y mortal, que no tarda ni un año en acabar con su portador tras la aparición de los primeros síntomas, interesará de nuevo a los medios. En España no se había registrado ninguna muerte por esta causa desde 2005 pero ayer el ministro de Sanidad se refirió a dos muertes por esta enfermedad en Castilla y León que "no suponen ningún problema alimentario ni de salud porque son las consecuencias de una infección que se produjo hace años". La primera persona reconocida oficialmente en España como víctima de la variante humana del mal de las vacas locas fue una chica de 26 años que murió en 2005. La mujer no había vivido durante un tiempo significativo fuera de España ni recibió transfusiones sanguíneas aunque unos años antes de su muerte estuvo trabajando en un laboratorio de sanidad animal.
Con estos dos nuevos casos son ya 204 las muertes atribuídas a la variante humana del mal de las vacas locas en todo el mundo. El mayor número de víctimas corresponde a Reino Unido, con 163 casos primarios y 3 por transfusión, seguido de Francia, con 23; Irlanda (4), Estados Unidos (3), Holanda (2), Portugal (2), España (3), Italia (1), Canadá (1), Arabia Saudí (1) y Japón (1), según los datos del Instituto Carlos III.

La enfermedad de las vacas locas parece que está disminuyendo entre las reses pero ahora toca recibir a los humanos que se las han comido los últimos años, no es un simple caso de inseguridad alimentaria, es otro flagrante ejemplo de la locura lucrativa aplicada a la alimentación y otro motivo al saco para no comer carne.

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