lunes, 12 de mayo de 2008

Haz algo drástico...¡líbrate del plástico!


El impacto medioambiental de las bolsas de plástico es enorme. Además de las grandes cantidades de energía necesarias para su fabricación, están compuestas de sustancias derivadas del petróleo, que pueden tardar en degradarse más de medio siglo. Asimismo, las bolsas serigrafiadas pueden contener residuos metálicos tóxicos.
Cada español consume de media al año 238 bolsas de plástico - más de 97.000 toneladas - de las que apenas se recicla el 10%. Estados Unidos y la Unión Europea consumen el 80% de la producción mundial, aunque su generalización en los países en vías de desarrollo está agravando el problema. En España, cada ciudadano consume de media al año 238 bolsas de plástico: más de 97.000 toneladas. Por ello, algunos países están planteando diversas medidas para reducir su uso. Una posible solución es sustituir el material de estas bolsas por otros totalmente biodegradables. En otros países se plantean medidas drásticas para frenar su uso. Por ejemplo, en Suecia o Alemania o en Francia el cobro de las bolsas está generalizado, si bien los consumidores están más concienciados y suelen reutilizarlas o emplean bolsas de tela.
En otros lugares han optado por la vía de los impuestos. En Irlanda ha implantado el "plustax", que obliga al pago de 15 céntimos de euro por cada bolsa que utilicen los consumidores. En Hong Kong, una tasa medioambiental similar a la irlandesa, obliga a pagar por cada bolsa unos 50 céntimos.
La gran mayoría de las bolsas de plástico acaba siendo desechada sin control, contaminando tanto las ciudades como los ecosistemas naturales. En el mar su impacto puede ser letal para animales como tortugas, ballenas o delfines, que mueren tras ingerirlas.
El próximo 3 de julio ha sido declarado como 'Día sin bolsas de plástico'. (Podéis encontrar más información en http://www.residusiconsum.org/)

En definitiva, los consumidores somos claves en este proceso, por lo que resulta fundamental adoptar costumbres como reducir en lo posible su uso, reutilizar las bolsas llevándolas plegadas para compras inesperadas, y mejor si son de tela o papel. Asimismo, hay otras formas de transportar las compras, como bolsas de cartón, cestas, capazos o carros de la compra. Un poco cara - cuesta unos 11 euros - pero mucho más creativa, es la de la diseñadora británica Anya Hindmarch. Su modelo "I'm Not a Plastic Bag" ("No soy una bolsa de plástico") se ha popularizado en la web de subastas eBay, que colabora directamente con el movimiento We are what we do (Somos los que hacemos).

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