Calor de otoño

Lejos queda el verano, especialmente para aquellas criaturas a las que les gusta achicharse cientos de horas de sol para ostentar un moreno que desaparece en dos semanas, pelearse por un trocito de arena, hacer cola para la ducha y pasarse horas en las vias de acceso a las playas...lejos queda el verano...Estamos en otoño, y la opción de disfrutar de la ciudad, sin colas, sin agobios, sin horarios...también se ha desvanecido.

Ha habido mucha oferta tanto cultural como de ocio donde escoger, os pongo algunas de las que todo buen sopero no debería haberse perdido. Aún recuerdo algunas expos de lo más interesante, Arte Abstracto Chino y Maternidades en CaixaForum y Ukiyo-e, imágenes de un mundo efímero, con grabados japoneses de los siglos XVI y XIX, en La Pedrera. Ambas gratuitas y de libre acceso...cosa importante.
Entre los conciertos imprescindibles queda en la memoria el vivido con El Boss, el de Loreena McKennit en el Poble Espanyol y la intervención del maestro Leonard Cohen en Benicassin.

Entre los estrenos de cine que hemos disfrutado: Wall-E, la nueva maravilla de Pixar, una de Oriente, una de cine palomitas del bueno, El Caballero Oscuro y una curiosa, El último viaje del juez Feng, un viaje fuera de lo común por la China rural y sus minorías étnicas, en donde, a través de los conflictos, se nos muestran tradiciones y leyes ancestrales y cómo la justicia del Estado choca con la sabiduría campesina.

Hemos leído los Espejos del escritor uruguayo Eduardo Galeano. Sus textos cortos nos desvelan, una vez más, la voz de la otra historia, la no oficial, la historia de los que han sido sometidos por los poderosos. Galeano, es nuestro Sopero Mayor del reino, ese excepcional narrador que combina el tono intelectual comprometido sin aburrir por el camino.

En fin, el otoño llegó hace un rato. Suerte que entre Amy Winehouse y Duffy, seguimos disfrutando de buenos momentos del new soul.... no es tan duro si se revive lo vivido...y se sueña lo que queda por vivir.