Vídeos como armas

La industria cárnica le teme a los vídeos que exponen las crueles forma de trasladar y matar a los animales que se ofrecen al consumo. Desean impedir la documentación de los abusos y que cualquier grabación en sus instalaciones constituya un delito para que no pueda ser aportado como prueba.

Lo que no saben es que prohibir algo es publicidad negativa para el que prohíbe y positiva para que el se salta la prohibición. Gracias a la labor de las asociaciones que velan por los derechos de los animales, esos documentos acaban saliendo a la luz, especialmente en Internet porque las televisiones públicas o privadas tienen demasiados intereses comerciales y contratos millonarios de publicidad de la industria cárnica. Por ello, desde la Sopa apoyamos a todos los que alrededor del mundo siguen removiendo conciencias alrededor de este tema...especialmente entre las nuevas generaciones.
.